miércoles, 11 de septiembre de 2013

Hoy es 11 de septiembre...

...y en mi casa eso significa zafarrancho, no porque hoy sea el aniversario de cierto incidente en Estados Unidos que veremos hasta en la sopa, ni tampoco porque en Cataluña celebren su día señalado con una cadena humana por la independencia, sino porque hoy es el cumpleaños de mi madre y es el primero que toca después de las vacaciones y estamos todos o casi todos -hijos y nietos.

Por cuestiones que no vienen a cuento, tengo que decir que ni soy una gran anfitriona ni me gusta serlo, a pesar de que eso les encante a algunos. No me gusta perder tiempo en la cocina ni tampoco que me estén dando la vara con si tenías que haber comprado esto o preparado lo otro, sobre todo porque cuando voy yo a las otras casas no me quejo de lo que me ponen. Pero yo tengo una familia muy especial, particularmente cuando no son los anfitriones y encima se autoinvitan. A uno le gusta el cava de Juvé & Camps Reserva de Familia, al otro le gusta el Gramona Imperial -este año se van a jorobar, he tenido que mandar a mi padre a por el cava y ha traído Codorniú que nos gusta más a nosotros XD -; si no les compras vino, te lo piden, y si les sacas una botella de tinto reserva les apetece más una cerveza. Si sacas muchas tapas te dicen que te has pasado y si sacas poco te dicen que eres una tacaña. La cosa es quejarse y yo estoy hasta las narices. Eso por no hablar de mi madre que tan pronto te dice que lo quiere celebrar como dice que no tiene ganas, claro que lo que realmente le pasa es que no quiere tenernos a todos a la vez en casa mucho rato porque le damos dolor de cabeza -y es cierto, porque a mi también me da- pero como lo que si quiere es comer tarta y que la feliciten todos... 

En fin ¡bendita familia!, y esto no es más que el preludio de lo que se avecina. Doy gracias a que cinco celebraciones familiares se concentran en agosto y por fechas de vacaciones no nos hemos juntado todos en el mismo sitio, pero agosto no es el peor mes de celebraciones. Algunos estaréis pensando ¡pues si se pone así por un cumpleaños como se pondrá por Navidad! ¡Ja! Es que diciembre es peor. El 4  es el cumpleaños de mi sobrino -este es para entrar en calor que ya estamos desentrenados- luego viene nochebuena el 24 que no nos juntamos todos, pero que me toca a mi... sin comentarios. Luego viene Navidad el 25; esa tampoco estamos todos, nos vamos a la casa de mi hermana que es la que se viene en nochebuena. Después el día 30 es mi cumpleaños, así que si o si, todos en mi casa. Y por fin un respiro, desde hace algunos años, nos quedamos solos en nochevieja mis padres y yo, mientras mis hermanos se juntan en casa de mi hermana con todas sus respectivas parejas y proles (tampoco son tantos, no vayáis a creer, pero no es tanto la cantidad como lo que se cunde). Y llega el 1 de Enero y ahí si que no nos libramos, todos a casa de mi hermano. Lo bueno es que como algunos suelen tener resaca, mi madre y yo solemos librarnos del dolor de cabeza ;-)

En fin, tras escribir estas líneas, me voy a terminar de comprar lo que esta mañana, por otros motivos que no vienen a cuento, he encargado a otra persona, encantada de que haya reuniones familiares, y que no ha sabido traer lo que le he pedido, mientras si que ha traído aquello que le dicho que no quería que trajese. 

Conclusión: que en mi casa hoy sea un día de celebración, para mi no lo convierte tampoco en un buen día.



No hay comentarios:

Publicar un comentario