miércoles, 28 de agosto de 2013

El verano puede ser un gran aliado

¿Y para que? Os preguntaréis algunos. Pues nada más y nada menos que para aumentar nuestro klout, seguidores o cualquier otro esos términos a los que el marketing de las redes sociales y el comunity management dan tanta importancia.
Y ¿En que me baso para asegurar algo así? En mi propia experiencia. Todo el mundo te dice que el verano es muy mala época para publicar, que la gente se va de vacaciones y no está tan metida en las redes ni sigue las publicaciones con la misma periodicidad que lo hace habitualmente y es verdad, no os voy a mentir. Yo misma he bajado mi ritmo en verano y he aprovechado para hacer otras cosas, pero eso no significa que haya descuidado del todo mi blog o las publicaciones y páginas con las que colaboro, porque me he dado cuenta de que los demás tampoco lo hacían, aunque, eso sí, avisaban con el correspondiente mensaje de "estoy de vacaciones" y programaban tweets con posts viejos de caracter atemporal o dejaban programados ciertos post que también pueden leerse en cualquier momento.
Yo pensé, ¿que puedo hacer para aprovechar este bajón veraniego y no dejar colgados a mi cuatro seguidores?, que, aunque pocos, bien os merecéis que os cuide y no os deje de lado.
Lo primero que hice fue mimar un poquito a mis seguidores de Twitter de habla inglesa creando una sección de este blog en inglés "Social Media & Cultural Management", donde de vez en cuando iré colgando traducciones de mis post en este blog. Por el momento solo hay dos, pero ya empieza a tener visitas.
Lo segundo, fue no descuidar mis publicaciones en Vavel Libros, la mayoría de mis compañeros se han tomado durante unas semanas un merecido descanso y prácticamente me han dejado a mi el fuerte para guardarlo. Algunos de estos artículos tienen más distribución que mi propio blog y he logrado más seguidores en Twitter gracias a ellos.
Lo más reciente, ha sido crear un "Semanario" en Paper.li. Para los que no la conozcáis, Paper.li es una herramienta de difusión para Content Curators (Curadores de Contenidos). En vez de ir seleccionando de uno en uno los enlaces que quieres distribuir, aplicas unas cuantas fuentes como redes sociales y fuentes RSS y automáticamente, en función de la frecuencia con la que quieras publicar, se genera un publicación digital periodica con las distintas noticias que llegan desde esas fuentes y que puedes editar poniendo y quitando secciones o incluso quitando noticias o destacándolas en portada.
Bien. Algunos os preguntaréis ahora, pues si el verano es tan malo como dicen por ahí todos los de marketing, ¿como es que has conseguido aumentar tus seguidores? Hay una premisa que todo el mundillo marketiniano parece olvidar ¡todos no nos vamos de vacaciones a la vez! Además está la cuestión del "Unfollow". Si en verano por no publicar te hacen "unfollow" eso significa que están pendientes de Twitter ¿no? Así que lo mismo que te hacen un "unfollow" te pueden hacer un "follow". Al usuario de Twitter hay que cuidarlo y mimarlo, mejor con calidad que con cantidad, sino se aburre y se va.
Durante el resto de año la competencia es brutal, pero el verano puede ser un buen momento para darse a conocer a aquellos que no se han ido de vacaciones o lo están pero tampoco necesitan que los bombardeen con veinte entradas de Twitter diarias.
En cuanto a la página de LibroCine, ha aumentado ligeramente en seguidores, pero, en el caso de aplicar la teoría de las vacaciones a Facebook, es cierto que la gente se encuentra menos activa porque la cantidad de gente que habla de tus publicaciones es algo menor, sin embargo, he de decir con satisfacción que las publicaciones han llegado a más gente que nunca gracias a que algunos de los nuevos seguidores son gente que tiene muchos amigos a los que les acaba llegando también, vamos, que cada vez tenemos más alcance.

Aunque tenéis el enlace al Semanario en "Mis otros sitios" en la columna de la derecha, aquí os dejo el acceso a mi pupurrí de noticias que sale los viernes. Espero que sus contenidos os resulten de interés y gracias un día más por estar ahí.



miércoles, 14 de agosto de 2013

¿Y de que escribo hoy?

Todos los escritores nos hemos encontrado en esa tesitura alguna vez ¿De que escribo hoy? Es obvio que no es tan fácil como algunos creen. Estos días de verano son ideales para que algunos blogueros profesionales se dediquen a dar consejos sobre como y porqué iniciar un blog, sugerencias sobre como sacarle jugo económico... pero me he fijado en que pocos son los que realmente hablan de los contenidos de forma seria.

Se hace demasiado hincapié, desde mi punto de vista, en los contenidos visuales, en la necesidad de publicar con mucha periodicidad, incluso la preferencia de el entorno (wordpress vs. blogger)... pero no se habla apenas de la necesidad de que los contenidos sean originales, que a fin de cuentas es de lo que se trata, de escribir algo que no te vayas a encontrar en otro sitio. De hecho, son muchos los que recomiendan sitios de los que poder sacar contenidos gráficos, de video y de texto para utilizar gratuitamente, lo que solemos llamar "recursos".

No es malo utilizar recursos ajenos, yo lo hago mucho últimamente, pero como recurso, no como contenido único. ¿Que diferencia hay? Pues mucha. La primera es la del respeto al autor original. Si utilizas un recurso gráfico de otra persona que lo ha licenciado bajo Creative Commons con algún tipo de restricción, lo lógico es que respetemos esa restricción. 

Es imprescindible respetar al creador de una obra. Que yo distribuya mi obra de forma gratuita y no me gane la vida con ello, no significa que el resto del mundo tenga derecho a hacer lo que le de la gana con ella. Y algunos diréis ahora que ¿que tiene que ver el respeto al derecho de autor con la falta de ideas originales? Pues todo en realidad. La falta de ideas es la que lleva a la mayoría a buscar recursos ajenos, generalmente ya elaborados,  para ahorrarse tiempo y trabajo. Uno de los motivos por los que inicié este blog fue, precisamente, la reivindicación de un artículo que yo había escrito para un medio digital y que otro medio digital había copiado íntegramente y al que habían añadido al final unas líneas que daban a entender que el autor o autores trabajaban para ellos, por no mencionar que se me citaba como fuente y no como autora material de la mayor parte del texto que comprendía la totalidad de mi artículo.

No digo que esté mal utilizar recursos acabados, en algunos casos los recursos que ofrece el autor no permiten obras derivadas, pero esos recursos suelen estar orientados a un usuario final y no a que se aprovechen de ellos compañías con ánimo de lucro. Si uno quiere poder usar un recurso del que no tenga que estar informando de autor, origen, etc., debe buscar sitios donde haya contenidos de esas características  generalmente pensados para la elaboración de obras derivadas y no para su uso directo. Es el caso del repositorio fotográfico "Morguefile.com", un sitio que yo utilizo muy a menudo, del que se puede descargar lo que se quiera y se puede utilizar hasta con fines comerciales, siempre y cuando no se utilicen las fotografías tal cual se subieron a la web. "OpenClipart.org" es un proyecto del que se pueden descargar ilustraciones de uso gratuito y sin restricciones, por lo que se pueden utilizar sin modificaciones.

Pero estos dos sitios no son los únicos que nos pueden proporcionar recursos para crear nuestro propio contenido visual que ilustre nuestros textos. Plataformas sociales como Flicker nos permiten localizar contenidos bajo licencia Creative Commons, que debemos revisar antes del uso de la imagen, pues puede que no nos permita crear obras derivadas o solo nos permita su uso en obras derivadas, pero sobre todo, hay que fijarse muy bien en la forma en que hay que respetar la autoría de la foto. Si la obra es derivada, a veces ya no es necesario, pero si recomendable, eso sí, dejando claro que no tiene nada que ver con la obra derivada. La mayoría de la gente, cuando hace una obra derivada, generalmente no pone nada, sin embargo, lo más adecuado es aclarar de quien es cada cosa y así no quedarán dudas. Pero ¿que pasa si estoy utilizando muchas fotos de distintos autores para crear mi propia obra y todos ellos exigen la autoría de su foto?

Una buena opción es no usar material de muchos autores distintos a la vez, pero si no sucede, la alternativa es poner junto a la imagen que publiquemos, un enlace a una nota aclaratoria que explique de quien es cada cosa. Es como cuando escribimos un texto basado en los textos de otros, debemos poner la bibliografía. Aquí no veréis bibliografía, sencillamente, porque este texto es enteramente mio.

Y para terminar, lo más importante de un blog no son sus imágenes, por más que se empeñen vendernos lo de ser escuetos, sino sus palabras, pues para publicar imágenes ya están Flickr y Pinterest.


miércoles, 7 de agosto de 2013

Como descartar un CV en menos de 30 segundos

Pues a mi que me lo expliquen porque yo aún estoy a cuadros. 

Ayer, como muchos otros días, revisé las ofertas de empleo para ver si había algo que mereciera la pena, pues, aunque sea verano, una se aburre a veces de solo dedicarle tiempo a las redes sociales y a dar consejos profesionales gratuitos. Si bien, afortunadamente, una es hormiguita y no tiene de momento problemas económicos, la receta en no tenerlos durante esta larga crisis económica es enganchar a trabajar en cuanto se pueda de lo que sea y a ser posible por cuenta ajena, aunque solo sean unos meses o incluso unos días.

Últimamente, sobre todo porque ya estoy mayor y no estoy para cualquier trote, selecciono bastante las ofertas a las que aplico. Sin embargo, cuando llevas ya más de seis meses en el dique seco, solo formándote y dado consejos a los demás gratis o impartiendo alguna clase magistral ocasional para la que te llaman exproceso, una se acaba aburriendo un poco, pues se da cuenta de que si no tiene pronto un trabajo que le dure al menos tres o cuatro meses, se va a pegar todo el año en blanco y eso es muy malo para cualquier profesión.

Entre otras muchas cosas, una de las labores que despeñé hace tiempo en una consultora para la que trabajé durante cinco años -si, esos tiempos en las empresas aún se daban antes de 2007-, fue la de seleccionador técnico de personal. Junto con el personal de RRHH y tras la formación correspondiente, mi labor consistía en separar el grano de la paja a nivel técnico para mi departamento entre las candidaturas que RRHH me pasaba, supuestamente cribados en lo referente a capacidades personales, pues ahí siempre estaba su insistencia, que nosotros no eramos expertos -irónicamente ellos tampoco, ya que no había ningún psicólogo en plantilla.

Al margen de las metidas de gamba de aquellos técnicos de RRHH, de las que hoy no voy a hablar, la parte más complicada siempre consistía en seleccionar para la entrevista a aquellos individuos que encajasen en el perfil solicitado para el puesto. Para ello, había que leerse concienzudamente cada uno de los CV (Curriculum Vitae) ya que muchas veces un simple detalle podía decirte más que una carta de presentación o el tan consabido "soy experto en..." ya que nadie tiene abuela cuando rellena los formularios de Infojobs.

Llegué a leer una media de 100 CV diarios -aunque muchos llegaban repetidos, a pesar de la previa criba de RRHH- y a concertar una media de 10 entrevistas por semana -aunque la mitad, he de decir, que no se presentaban y la mayoría ni se molestaban en llamar para cancelar la entrevista. 

Una de las cosas que saqué en claro por entonces fue que se prefería contratar gente joven y sin experiencia o poca experiencia solo por el hecho de que, según los jefes o los empleadores, eran más "moldeables". Más claro para que lo entiendan los de mi pueblo: manipulables. Sin embargo, las personas de más de 30 o rozando la treintena y otros más mayores, se tomaban más en serio las oportunidades profesionales que les estábamos brindando y su compromiso era mucho mayor.

Yo ya tengo cuarenta y, por supuesto, tengo mis estudios y mi paso por la universidad. El otro día se me ocurrió aplicar a una oferta que pedían al menos tres años de experiencia en un puesto del que yo tengo más de diez y, no era necesario más que la ESO. Cual sería mi sorpresa cuando, nada más pulsar el botón de inscribir en la oferta, al mostrar mis candidaturas, está ya había sido rechazada en menos de treinta segundos.

Sinceramente, ellos se lo pierden, pero, por mi experiencia a la hora de reclutar personal, donde esté una persona madura y  con experiencia, que se quiten los yogurines de "me he pensado lo de venir porque no sabía que horario lleva la empresa y solo me interesa trabajar por las mañanas pero no madrugar" o "no he ido a llevar los papeles para el contrato porque estoy haciendo un curso de inglés y no quiero dejarlo por un contrato de trabajo" o mi favorita "¡Ah! ¿Pero era hoy? Se me había olvidado por completo".