martes, 19 de febrero de 2013

Bienvenidos a mi pequeña ventana al mundo

      A la tercera va la vencida. Y es que éste no es el primer blog que inicio. Supongo que unirse a las modas es algo que nos ha pasado a todos en alguna ocasión. Mi primer blog era uno de esos casos y, por eso, tras la tercera publicación lo abandone por falta de tiempo y trolls a los que no conocía y cuyos comentarios me importaban menos que aquello que tiramos por la taza del retrete.
      Cuando la fiebre de los blogs empezó a descender, descubrí ciertos sitios de noticias donde podía escribir esporádicamente sin tener que alimentar a la bestia de manera constante. Además podía hacerlo de manera seria, llegar a mucha más gente y con un filtro profesional detrás que no permitía que publicase cualquier cosa. Así comencé a colaborar en Noticias.com y más tarde en Ellibrepensador.com.
      Fue por entonces cuando decidí que había llegado el momento de volver a intentar lo del blog. De nuevo no parecía ser el momento. Creo recordar vagamente que escribí una primera entrada pero ni tan siquiera hubo respuesta de los habituales trolls -parece mentira, pero llegué a echarlos de menos-. Me había acostumbrado a tener comentarios o críticas serias a mis artículos y un blog personal, sin la difusión que tienen los medios de noticias digitales, no tiene comentarios. Continué pues centrándome en mi esporádica contribución periodística, que, aunque no profesional, llegaba más lejos de lo que pensaba.
      Un día en el trabajo me llamaron la atención. Un artículo mío había sido publicado y no había sentado muy bien -un día de estos ya os lo enseñaré, está en el archivo del Noticias.com-. Lo curioso del asunto es que yo lo había enviado y no sabía que lo habían publicado así que fui la primera sorprendida. Me cayó una buena bronca y una insinuación de despido se mascó en el tenso ambiente ¡me sentí como una auténtica periodista! 
   Más allá de la bronca no sucedió nada y yo continué escribiendo, pero me pasé a Ellibrepensador.com. No tenía tanta difusión como el medio en el cual había escrito previamente, pero si la suficiente. Sin embargo, acabé cayendo en las redes sociales y ese olor a inmediatez y difusión rápida que despiden. No tener que escribir un artículo cada vez que quieres difundir algo, ¡una línea de texto, un enlace... y listo!.
      Contestaciones banales o no tanto, enlaces compartidos... todo ese tiempo yo antes lo dedicaba a escribir un único texto.
         Me he dado cuenta recientemente de que mi opinión importa para mucha gente que no me conoce, pero los comentarios a lo que otros publican se suelen perder como el eco en la montaña. Y esa es la misión que tendrá este blog a partir de ahora, ser la memoria de aquellos ecos.
         Espero, de verdad, que a la tercera sea la vencida.


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